Todos los perros son perros de hogares particulares de terapia

Los servicios de adiestramiento y educación canina cursan el mismo camino que los alimentos para perros.

De las sobras de mesa se pasó a las sobras industrializadas. Restos de alimentos de humanos empacados para perros con una imagen que identificara al producto como especial para mascotas.

De ese modo se sale de al culpa de darle las sobras, ahora les dábamos alimentos especialmente comprados para ellos, aunque en realidad eran también sobras pero industrializadas.

Las latas húmedas eran un ejemplo de ellos, como el arróz para perros.

De allí se pasa a los alimentos superpremium. El consumidor exige ahora calidad, no sobras industriales. Que haya ciencia detrás de cada bolsa de alimento.

Lo mismo ocurre en el adiestramiento y la educación canina.

Del “domador” de perros se pasa al “animador de fiestas infantiles”. Del severo, grandote, ex militar de bigotes, al simpático chico o chica que llega sonriendo con salchichas y juguetes.

Y luego viene la tercera fase, en la que se exige resultados. Ya no alcanza con que haya buen trato, ahora el cliente quiere además resultados, quiere los agujeros, no el taladro.

Esto no es difícil si sabemos identificar correctamente las causas de las conductas a corregir.

Cambios de fondo, no de superficie

Obviamente quien solo cambia conductas estará haciendo leves cambios superficiales. Estará pintando las paredes húmedas, sin corregir el problema de fondo, con lo que la humedad y los hongos volverán a salir en poco tiempo.

Pero quien conoce las causas profundas en el comportamiento (que no es lo mismo que las conductas) entonces puede apuntar al fondo de la cuestión y corregir los problemas de modo definitivo.

Está claro que el 99% de los problemas son causados por los dueños, pero está en el profesional identificar el problema y saber llevar los cambios.

Un adiestrador que se limita a decir “la culpa es del dueño” es como un médico que dice “la culpa es de la bacterias”.

Está claro que el problema es el medio donde el perro se convierte en lo que es en lugar de ser lo que hubiera sido en manos de otra familia.

Pero justamente de eso se trata la profesión, saber que cada perro es un perro de terapia canina, y hay que saber llevar las cosas para crear cambios de fondo, que resuelvan el problema para siempre.

Donde veas un adiestrador o educador canino que repita todo el tiempo “la culpa es de los dueños”, estarás viendo sin dudas un aficionado, no un profesional.

Nadie dura en esta profesión si no aprende a identificar los problemas de fondo y corregirlos. Quien piensa de ese modo, generalmente es un aficionado que ha enseñado trucos a sus perros pero no es un profesional preparado para cobrar por sus servicios a otros.

Es como el especialista en dejar de fumar que solo ha dejado de fumar él mismo, pero nunca puede lograrlo con sus pacientes.

Hablamos también con Cristian Tenazaca de WinsDog Perros Educados. Una conversación interesante de la que se pueden sacar muchos conocimientos, a la vez de ser parte de estas tertulias que hacemos en este programa, con amigos del medio.


Colaboraciones:
Locución María Aranda
Cortina musical de Ella Joy Meir 
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